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sábado, 8 de febrero de 2014

Estímulos visuales

Estoy harto. Harto de que la industria musical quiera que disfrute de la música esclavizando sexualmente a las cantantes. Señores, entérense: me interesa la letra y lo instrumental (aunque todo sea sintético últimamente), no que apelen a mis instintos más bajos para que asocie la música al placer de ver mujeres semidesnudas haciendo poses, cuando menos, sugerentes. Y aquí también hago un inciso: no veo placentero ver esas escenas, es un insulto a las cantantes y a mis educación. De verdad, están queriendo educar a toda una generación en la falta de criterio, para todo. Quizás en otra ocasión me anime a hablar sobre la involución de la letra en la música, pero eso es harina de otro costal ya que nos vamos a centrar en las imágenes.
¿Han visto los anuncios de la televisión? No soy muy fan de la "tele", pero lo poco que veo es espeluznante: díganme por qué en el anuncio de KH7, un quitagrasas, salen un hombre y una mujer al borde del acto sexual encima del lavavajillas; o por qué los anuncios de perfumes parecen una introducción a una película pornográfica. Criterio, señores. "Alegrarnos" la vista con escenas cuasi-eróticas para asociarlas a sus productos tiene consecuencias gravísimas en nuestra sociedad borracha de moral (detectase la ironía).
¿Cómo aprenderán nuestros hijos a respetar a las mujeres si éstas aceptan venderse con esa imagen? Imagen, por cierto, lejana a la realidad ya que photoshop se ha convertido en el nuevo chamán hacedor de milagros. ¿Cómo aprenderán nuestras mujeres a quererse y aceptarse si se les está inculcando un sentimiento de inferioridad sin el uso de tanto cosmético y tanta chorrada? No faltan campañas en contra de esto, pero creo que granito a granito se hace una montaña.
Algo que quizás no se les ha ocurrido es lo siguiente (es un temor que me acecha constantemente): si los jóvenes se educan - nos educamos - viendo estas escenas, inconscientemente vamos a exigir verlas en el futuro con nuestras parejas, y no por otra cosa que por simple imitación o desconocimiento del verdadero buen trato respetuoso y afectuoso. Lo que entra por los ojos tiene una alta densidad de significado, cierto es que una imagen vale más que mil palabras y no estamos cuidando esas dosis tóxicas de información.

Es un punto importante el empleo de la imagen. Los videoclips de los y las artistas más importantes del mundo están vendiendo la cosificación del ser humano y nosotros permanecemos pasivos; la publicidad nos trata como animales guiados por feromonas e impulsos sexuales para conseguir su objetivo. Y ahí está la clave: nos están tratando como animales y nos estamos dejando. Me niego a dejar atrás el apellido "racional" que caracteriza al ser humano - animal racional. 

Si tan buenos son sus productos, señores, no les hará falta acudir a nuestros sistemas cerebrales de recompensa por placer para vendernoslos. No. Agénciense buenos vendedores para convencernos de lo buenos que son.  Y, a poder ser, que dichos vendedores estén vestidos. No me argumenten que está de moda esta estrategia de marketing o que soy un anticuado y que blablabla. No entremos en una batalla de términos porque no se trata de eso sino de respeto. Respeto y educación. La imagen del respeto y el amor, ciertamente, nos llevará a mejor puerto.



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