Es espectacular, alucinante, casi mágico... Cómo se torna todo alrededor nuestro tras una lectura, cómo se reinventa y se reviste con colores más cálidos.
El conocimiento es un tesoro, tantísima gente tiene sed de él, sed de abarcarlo, ¡de ampliarlo! Y esto es del todo comprensible, puesto que tras experimentar esa magia, ese poder que da el conocimiento, se aspira a obtener más.
Y no solo eso, sino que conocer da pie al querer, a amar las cosas y las personas que nos rodean. Cómo, tras conocer a una persona, podemos sentir más aprecio hacia ella; cómo, tras conocer las cualidades y el funcionamiento de todo lo que nos rodea nos damos cuenta de lo maravilloso que es el mundo, nos acercamos al Creador.
¿Y conocernos? ¿Descubrir a esa gran persona a la que llamamos “yo”? Forjar a esa persona fuerte, sabia y humilde, lectura tras lectura, no tiene precio.
Ciertamente, cuando vemos con los ojos del conocimiento, no existe ningún horizonte.
Breve pero interesante ;)
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