Páginas

viernes, 5 de abril de 2013

Valiente


“Sé que hace tiempo que no quieres hablar conmigo. Me he dado cuenta de que cada vez que intento decirte algo te enfadas y me das la espalda, me ahogas en un mar de rechazo y obstinación, arrogancia y perdición. Cuanto más me callas, más grita ella. Solamente soy una mediadora entre vosotros, no puedo hacer más que amonestarte por perturbarle con tus actos. Pero, al final, quien decide si escucharme y prestarle atención eres tú. Soy tu conciencia, y me temo que tu alma no podrá aguantar mucho más tiempo el peso de tus actos”

                Entonces sentí una fuerte sacudida que paralizó mi corazón. De repente no sentía nada, simplemente me encontraba flotando en un tiempo sin lugar y un lugar sin tiempo. Entonces le vi, con el pecho hinchado de orgullo y una cara que expresaba la satisfacción más absoluta, bello y sonriente, comenzó a hablarme con voz aterciopelada:
- Veo que por fin me has encontrado.

+ Nunca te había buscado. Siempre he creído que eras parte de mí.

- Y, efectivamente, lo soy. Aunque mi trabajo ha sido más atractivo y sutil que esa que grita ahí dentro. He sido combustible de tus pasiones y promotor de tus actos durante mucho tiempo, te he visto disfrutar y regocijar, ¿qué haces por aquí? ¡Sal ahí fuera y sigue con lo que estabas haciendo!

+ ¿Con lo que estaba haciendo? ¿Te das cuenta de la cantidad de cosas que me has hecho hacer? Y siempre he creído que todo nacía de mí. Me decías que lo bueno es ideal e inalcanzable, que estaba condenado al fracaso, ¡y te creí!

- A eso llamo yo un trabajo bien hecho. He sido infalible, reconócelo. Pero todo hay que decirlo, yo jamás te obligué a nada. ¿Recuerdas cuando te dije que no pasaba nada por probar? ¿O cuando te decía que no tienes edad para pensar sino para disfrutar? ¿Acaso te obligué a algo? Tu y yo sabemos que no. No trates de culparme, yo solo te hablaba y tú decidías a quien escuchar.

                No pude evitarlo más, le golpeé y le encadené, suspiré con las manos en la cabeza y el estómago en un puño. Había sido víctima de mí mismo y no me había dado cuenta, me dejé engatusar por sus palabras y me dejé llevar por mis pasiones. Qué estúpido fui al pensar que él conformaba todo mi ser, ahora me doy cuenta de que aspiro a mucho más que sus promesas atractivas aunque vacías: puedo estar por encima de él. Le golpeé de nuevo y sonrió, me miró fijamente y me dijo:

- Sin mí tu vida no tiene sentido.

                Le contesté:

+ Sin mí, tu vida es la que no tiene sentido. Tu voz ya no tiene cabida en mí, abandonaré el camino por el que me has llevado para no volver jamás. Desde hoy quedas desterrado para siempre.

                Le encerré y fui a buscarla, sabía que estaba en alguna parte de mí. Por fin la encontré, desgarrada, dolida, aunque con una mirada de infinita profundidad y luz, y la abracé como si hubiera encontrado el tesoro más valioso del universo. Sentí que mi corazón volvía a latir con fuerza, por fin abandoné la oscuridad que me infectaba y la ansiedad que me atormentaba. Por fin volví a la vida.

“Los valientes son una especie en peligro de extinción. Seamos valientes en espíritu y firmes en la constante lucha interior por el bien y la virtud”



1 comentario:

  1. Querido amigo soy yo, nací contigo y hemos crecido juntos, formo una parte tan importante de tu persona que es difícil diferenciar donde acabas tú y comienzo yo, he estado presente en todos tus actos aunque en algunas ocasiones no contases conmigo para ayudarte, me llaman de muchas maneras razón, mente, incluso alma, sea como sea tu ya sabes quién soy.
    Soy tu mejor amigo, te conozco mejor que tú mismo y sé que tienes miedo. Has conocido la peor parte de ti mismo le has mirado a los ojos y te has enfrentado a ella, las has encerrado en la parte más recóndita de tu ser activando tus mejores defensas para que jamás pueda escapar, tu primer impulso fue valiente y heroico, habías logrado encerrarle! Todo había cambiado estábamos juntos y nos sentíamos extasiados por la sensación que solo logran producir las decisiones transcendentales.
    Pero entonces una nube negra apareció alejándote de mí, ¿y si lograba escaparse? ¿y si volvía a confundirnos? Decidiste que no podías permitir que eso sucediera, intentaste destruirlo pero era imposible lo que hizo que te sintieses frustrado y enfadado contigo mismo por tu incapacidad, levantaste muros infinitos a su alrededor bloqueando lo máximo posible la llegada de sus mensajes, no podía volver a influirte! Y sin darte cuenta en tu intento desesperado de alejarte de él poco a poco nos fuimos separando.
    Aun no te has dado cuenta de tu error? Él por muy horrible que pueda llegar a ser es una parte de ti, es cierto que nos ha hecho cometer errores , pero no es sino dándonos cuenta de esos errores como hemos crecido y madurado y en parte gracias a él hemos llegado a ser quien somos. No te das cuenta que en tu afán por lograr alejarte de él no has hecho sino alejarte más y más de mí? Al construir tus muros has conseguido que no te lleguen la mayoría de sus mensajes pero párate un momento a pensar en lo que has perdido, has dado la espalda a muchas experiencias de la vida por miedo a que él esté detrás, a equivocarte, te has refugiado en tu zona de confort, en las pocas cosas que sabes están libres de su influencia pero que hay del resto? Merece realmente la pena renunciar a todo lo demás por miedo a él?.
    Déjame ayudarte como hemos hecho siempre, derriba los muros que has levantado a su alrededor, lo único que tienes que hacer es acudir a mí para tomar decisiones entre los dos podremos con el! Hemos madurado y aprendido a identificar la mayoría de sus mensajes, no te voy a mentir seguramente nos engañe en alguna ocasión y se cuelen algunos de sus mensajes entremezclados con las experiencias de la vida, esto nos ha ocurrido en el pasado y nos volverá a suceder pero no tengas miedo! No somos perfectos pero juntos aprenderemos de nuestros errores creciendo en parte gracias a ello.
    Eres muy duro contigo mismo, tu conciencia se ha subido a tus hombros y cargas con ella como si de un pesado fardo se tratase, es dura la conciencia, no tiene piedad y es sincera, no te deja olvidar y no debes hacerlo, es una parte fundamental de tu ser a la que debes escuchar, es la alarma que te permite detectar que algo va mal pero no puedes permitir que su estruendoso ruido no te permita escucharme a mí también, sé que asustan sus gritos pero al oírla tienes que ser un juez prudente y sensato asumiendo la culpa de tus actos pero no martirizándote eternamente por ellos.
    Te echo de menos querido amigo, escúchame y déjame ayudarte.

    ResponderEliminar